Uno
de los versos mas conocidos entre el pueblo de Dios es el que menciona el
titulo. En lo personal cuando me lo aprendí solo lo repetía y lo repetía sin
darle sentido a mi vida, era solo teoría en mi vida, pero creo que la palabra
del Señor no solo esta para aprenderla sino para creerla, actuarla y vivirla.
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3)
Si
nosotros leemos ese verso como debe de ser nos vamos a dar cuenta que no es una
sugerencia el que nosotros le clamemos, no es si queremos o tengamos ganas, no
mi amado, es una orden del Señor que nosotros tenemos que acudir a Él. Sabes
que también lo tomo como un desafío ya que cuando pasamos situaciones difíciles
casi siempre hay varios recursos donde podemos acudir para salir de ese
problema, pero el Señor lo que quiere es el primer lugar, antes de ir a
cualquier lugar, por eso lo tomo como un reto.
Ahora
bien, nosotros pensamos que entrar a la presencia de Dios es simplemente
clamar, pero no es así, una cosa es pedir y otra es clamar. Pedir es lo que
haces con modales cuando le pides a una persona que te pase un objeto o que te
haga un favor, pero clamar va más allá de pedir. Clamar es dejar un lado la
vergüenza, tu orgullo, tu prestigio para poner esa necesidad en la mesa de
quien te puede ayudar. Muchos seguidores de Cristo no se atreven a clamar
porque piensan que es una obligación del Señor contestarle todas sus
peticiones, pero mi Señor quiere exaltación, quiere que nos humillemos delante
de SU grandeza, que nunca dejemos de ser dependientes de Su presencia y que
tampoco seamos altivos.
Hay
personas que piensan que Dios no responde sus oraciones, pero a lo mejor lo que
esta sucediendo es que ellos no están clamando, porque el Señor promete de que
si tu le clamas Él mismo te va a responder, va acudir a tu necesidad, no se va
a quedar indiferente a tu necesidad.
Por
clamar el Señor te trae beneficios (aparte de contestarte porque mi Dios es
bueno) promete enseñarte cosas grandes y ocultas que tu no conoces, me da mucho
gozo saber esto porque sé que al estar en su presencia voy a aprender cosas que
ni me imaginaba y desconocía. Al estar aprendiendo más, provoca que reciba más
bendiciones porque creces espiritualmente. También aprendo a cometer menos
errores, conozco mas de su voluntad y sobre todo lo conozco a Él.
Como
hijo de Dios siempre tengo que humillar delante
de mi Señor, que puedo desahogarme, llorar y gritar porque se que en
Su presencia hay la respuesta que necesito. Si tú tienes una necesidad tienes
que acudirle antes que cualquier cosa, buscar Su rostro y clamarle porque mi
Rey promete que te va a responder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario