¿Cuántas veces nos hemos desesperado porque no recibimos
lo que el Señor nos ha prometido? ¿Por qué no miramos lo que nosotros queremos
mirar? Creo que siendo sinceros podemos decir que en más de una ocasión nos
hemos desesperado, así que quiero compartirte un verso que está en el libro de
Proverbios 14:29: El que tarda en airarse
es grande de entendimiento; Más el que es impaciente de espíritu enaltece la
necedad.
La respuesta de porque no lo has recibido esta en el
verso que leímos. Nota que habla de aquellas personas que se desesperan, que
son impacientes, que no logran esperar un poco son las que enaltecen la
necedad.
Cuando eres desesperado estas enalteciendo a alguien que
no es Dios, en otras palabras, estas dándole honor a quien no lo merece y es
ahí donde haces que las bendiciones de Dios sean cortadas.
Podemos
mirar en la Escritura a hombres que nos pusieron el ejemplo de confiar en el
tiempo de Dios, está el caso de Abraham que esperó 24 años por la promesa de
tener un hijo o el mismo caso de José que a pesar de todo lo que estaba
viviendo confió en el futuro que el Señor le había mostrado en sueños.
Sea
lo que te haya prometido, confía que Él lo va a cumplir, pero también cree que
va a llegar en el mejor tiempo indicado, sabe que es lo mejor para ti y por lo
tanto está esperando a que madures para poderte dar las peticiones de tu
corazón.
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