En épocas navideñas rápidamente pensamos en Santa-Claus,
papa Noé, en dar regalos, pino, decoraciones entre otras cosas, pero realmente
lo que es la navidad es nacimiento, es el nacimiento del Mesías. Como hijos de
Dios celebramos la maravillosa venida de nuestro Salvador, nuestro Libertador,
nuestro Dios, como se dijo en aquel tiempo su
nombre será Emanuel, que significa Dios con nosotros (Mateo 1:23). Desde
ese día hasta nuestras fechas podemos decir que nunca nos ha dejado y nunca nos
ha desamparado, no solamente para los judíos sino también para todo el mundo,
para todo aquel que acepta este regalo.
Tal vez como algunos teólogos dicen, no fue la fecha exacta
en el que nuestro Salvador vino, pero que increíble es el pensar que todo el
mundo se junta esas fechas para recordar que nuestro Libertador vino en un
pesebre y vivió entre nosotros dándonos amor, perdón, restauración, una vida.
Poniéndonos el ejemplo de hacer lo mismo.
Más que mercadotecnia, más que una simple celebración, más
que regalos materiales hay que mirar el principio y base de estas fechas donde
las familias se reúnen para festejar la venida del Verbo hecho carne.
Hace aproximadamente 2000 años se dio el mejor regalo de la humanidad, y aun en este tiempo se sigue celebrando, si Dios dio a su único hijo,
ahora tú dime que estás dispuesto a darle al Señor.
Coméntanos si fue de bendición para tu vida. Muchas bendiciones!!!
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