Uno de los
problemas hoy en día de las Iglesias es que existen muchas personas que
solamente asisten, cantan y levantan las manos simplemente por costumbre, por
obligación o por ser vistos por los demás.
En los
tiempos de nuestro Señor Jesús también había ese tipo de personas, así que un día
el Maestro los confronta diciéndoles:
Marcos 7:6
Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como
está escrito:
Este pueblo de labios me honra,
Mas su corazón está lejos de mí.
Este pueblo de labios me honra,
Mas su corazón está lejos de mí.
Quiero que
notes que Dios afirma que de labios le están honrando, es decir, aparentemente
están haciendo algo bueno como entonar alabanzas. Así como hoy en día que
existen personas que alzan su voz, levantan las manos, aplauden, lloran, se
postran, pero solamente son apariencias.
El Señor
conociendo sus corazones, les dice que si están honrando a Dios, pero no
solamente consiste en acciones llamativas, sino hay algo más. La expresión de
la adoración no consiste en las palabras, movimientos o canciones que podemos
elevar, sino una humillación que se encuentra en el corazón.
Dios mira
el corazón, por lo tanto quiere que estés en su presencia con el corazón en la
mano. Lamentablemente hay personas que están en la Iglesia y pensando en otra
cosa o en otra persona. Dios quiere que estén totalmente rendidos a Él.
Tú eres el
encargado de hacer que tu corazón este completamente entregado al Señor, que
logres ser una persona que adora en espíritu y en verdad.
Aquellas
personas que solamente honran a Dios con sus labios son llamados hipócritas.
Los hipócritas eran personas que actuaban cuando presentaban alguna obra
teatral.
No seas un
fingidor, un actor, un hipócrita, se un adorador genuino.
Coméntanos si fue de bendición para tu vida. Muchas bendiciones!!!
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